15 de septiembre de 2016
ETAPA 8
SARRIA-ARZÚA
79,60 km.
Está claro que el Apóstol nos va a poner a prueba durante el resto de los días que nos faltan para finalizar nuestro camino. Es de noche y mientras acondicionamos y protegemos las alforjas, no deja de llover. A partir de Sarria la concurrencia de peregrinos es muy alta dado que se encuentra situada dentro de la distancia exigida para la convalidación de La Credencial y la entrega de La Compostela.
Como lleva dos días lloviendo y hoy no tiene pinta de parar, no nos atrevemos a continuar el Camino por senderos, caminos y corredoiras. No estamos dispuestos a forzar en exceso las transmisiones y sufrir alguna avería que nos haga echar el pie a tierra definitivamente. Tampoco lleva Óscar la rodilla para exponerla a fuertes cambios de ritmo. Por lo tanto, decidimos hacer toda la etapa por la carretera, siendo nuestro único fin, terminarla sin incidentes.
Bajo el agua y el viento subimos dos fuertes tramos para bajar hasta el Río Miño y desayunar en un gélido y nebuloso Portomarín, no sin antes conocer a una jubilada holandesa que, en solitario, va haciendo su camino en bicicleta. Compartimos fotografías y desayunamos junto a la Iglesia de San Juan de Portomarín, aprovechando para sellar nuestras credenciales.
Ni el café ha sido capaz de calentar nuestros cuerpos. Salimos de Portomarín por el arcén y seguimos soportando la fina lluvia que nos tiene empapados. Así transcurren los siguientes 25 kilómetros en los que tenemos que ascender 400 metros positivos y bajar hasta Palas de Rei con los cuerpos calados. Además, vamos con viento de cara, lo que nos obliga a pedalear bajando para no pararnos. Tanto es así que, junto a una cubierta al lado del Ayuntamiento, decidimos parar para descansar de tanta agua y reponer fuerzas. Como curiosidad diré que las credenciales nos la sellaron en el Juzgado de Paz sin que supiéramos donde nos habíamos metido.
Las únicas paradas que vamos a realizar en la etapa de hoy vienen obligadas por la necesidad de alimentarnos y descansar de tanta lluvia. La primera fue en el café de Portomarín, la segunda el almuerzo en forma de barritas energéticas en Palas de Rei, la tercera será en Melide, para comer el tan esperado pulpo de Casa Ezequiel, y la cuarta será en Arzúa con una gratificante y reparadora ducha caliente. Pero esta vez el Camino nos ha ofrecido una sorpresa y hemos podido comer con nuestro compañero Helio que está realizando el Camino con su esposa, con las mochilas a cuestas.
Con los estómagos bien "regados" y alimentados con el famoso pulpo, reanudamos la marcha para recorrer los últimos 15 kilómetros de una etapa engañosa donde hemos cubierto la segunda marca en cuanto a metros positivos de ascenso: 1418 metros. Parece que el agua ha amainado, pero la niebla permanece en algunos tramos de la carretera. Pero son los kilómetros finales y llegamos sin prisas al albergue de Arzúa. Final de etapa.
Toca recomponer la vestimenta para que se seque y aprovechamos para engrasar un poco las bicicletas en el garaje. El paseo y las compras de la tarde dan paso a una tranquila cena y a un sueño placentero que nos ayude para afrontar la etapa de llegada a Santiago de Compostela.
DATOS DE LA ETAPA 8
Total kilómetros: 79,60
Tiempo total invertido: 8 h 09' 41''
Tiempo en movimiento: 5 h 15' 05''
Tiempo detenido: 2 h 54' 36''
Velocidad media en movimiento: 15,20 km/h
Velocidad máxima: 48 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 1418 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 1464 m.
Altitud máxima: 729 m.
Altitud mínima: 322 m.
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