ETAPA 7

14 de septiembre de 2016


ETAPA 7


VILLAFRANCA DEL BIERZO-SARRIA

71,70 km.


El día, como siempre, empieza muy pronto. Hemos compartido habitación con cuatro ciclistas. Las penurias pasadas son las mismas que las del resto de los peregrinos. Hoy desayunamos todos juntos en el Albergue y nos disponemos a partir hacia la cumbre más dura de todo el camino, O'Cebreiro.

Está amaneciendo y comenzamos pedaleando por la antigua carretera N-VI, con escaso tráfico al existir la variante A-6. El arcén izquierdo es un andadero muy transitado por los mochileros, separados de la calzada por un muro. Pasamos junto a las aldeas de Pereje y Trabaledo, y por La Portela. Unos metros más adelante dejamos la N-VI y nos adentramos en el mundo rural junto a la vega del río Valcarce. Rodamos por la N-006A.

Localidades como Ambasmestas, Vega de Valcarce y Ruitelán nos sitúan en la aldea de Las Herrerías sin haber dejado de ascender suavemente. A partir de aquí comienza la fuerte y larga ascensión a la aldea de O'Cebreiro. Empiezan las duras rampas al pasar el puente sobre el río Valcarce. El paisaje es fantástico, frondosos bosques rodeados de enormes montes, pequeñas aldeas ganaderas y mucha humedad, además de la niebla que nos acompaña a lo largo del ascenso. Estamos dejando atrás el Bierzo leonés y nos aproximamos a Galicia.

En las subidas cada uno acopla un ritmo de pedaleo cómodo, no tenemos prisa pero mis condiciones físicas hacen que me retrase de Óscar. Paso el cruce de la Faba, pero giro a la derecha para coger el sentido a la Laguna. Ya cometí el error el año pasado de subir a la Faba. Desde allí el camino no es ciclable para nosotros.

Creo llevar un buen ritmo pero las ruedas empiezan a pegarse al suelo y mi ritmo comienza a ser muy lento. Acabo empujando la bicicleta para recuperar el ritmo cardíaco.  El esfuerzo es grande y, aunque vuelvo a pedalear, acabo de nuevo pisando el suelo. Las bellas imágenes de las montañas cubiertas de niebla ayudan a pasar los siguientes metros caminando.  Observo las primeras casas de La Laguna y consigo llegar montado. Se me atraganta este puerto. 






Conforme se asciende se siente más el viento de cara, la niebla y la lluvia vaporizada. Hace frío y solo quiero llegar al final. Óscar llega antes que yo, como era de esperar, y espera mi llegada.










Este año no cometo el error de seguir de frente y no entrar en la aldea, pero antes inmortalizamos este momento con unas fotos a la entrada de O'Cebreiro.












La humedad y el frío nos tienen helados. Entramos en un restaurante de O'Cebreiro para tomar un café caliente. El lugar está lleno de peregrinos mochileros y ciclistas. Todos nos recomponemos la vestimenta para entrar en calor y para prepararnos para la larga bajada. Más que la barra de un bar parece un vestuario.









Con estas condiciones meteorológicas tenemos que emprender la bajada. Las nubes tan bajas, la fina lluvia y la humedad ambiental son más fuertes que el café caliente. Pero hay que bajar. Tenemos 5 grados de temperatura en parado, aún estamos mojados y tenemos que continuar, pero antes toca subir la última cota del día: hay que ascender por carretera hasta el Alto do Poio.







Ya está hecho, ya hemos coronado la cota máxima. Pero sigue lloviznando y el viento sopla fuerte. Los primeros kilómetros bajando nos dejan helados. Las bicicletas cogen mucha velocidad y los frenos tienen que trabajar para intentar darnos seguridad. Hay tramos con viento de cara que, al girar en las curvas, nos obliga a sujetar fuertemente los manillares para evitar caídas. Son muchos kilómetros en estas condiciones. Los brazos y las piernas se recargan demasiado, pero tenemos que llegar a Triacastela.

Aún es pronto cuando conseguimos finalizar el descenso y decidimos no parar en Triacastela para continuar hasta Sarria, a pesar de que tenemos los cuerpos entumecidos. El recorrido lo hacemos por la carretera LU-633 bajo una fina lluvia que nos va a acompañar hasta el final de etapa. Localidades como Samos las pasamos sin llegar a parar. No está el tiempo, ni los ánimos para fotografías. Tan sólo pensamos en la ducha gratificante que nos espera en el Albergue.







Hemos llegado a Sarria y nos alojamos en La Casa da Pedra donde su amable hospitalero está tan aburrido de los extranjeros que en sus huecos libres viene a charlar con nosotros. La ducha reparadora da paso a una buena comida mientras sigue lloviendo.





Así finalizamos la séptima etapa. Paseando y comprando la cena por las calles de Sarria, y compartiendo anécdotas con los peregrinos ciclistas que durmieron con nosotros en Villafranca del Bierzo, y con quienes volvemos a coincidir  en Sarria.

Una etapa que nos ha agotado y ha hecho resentirnos de las molestias de mi retaguardia y de la rodilla de Óscar, a pesar de que empezamos cada día con pomadas e ibuprofeno. Pensábamos que el mal tiempo finalizaba hoy, pero las predicciones para los próximos días no van a cambiar: más agua y frío. No queda otra, el Camino hace lo que quiere y nosotros, simplemente, tenemos que adaptarnos.



DATOS DE LA ETAPA 7

Total kilómetros: 71,70
Tiempo total invertido:5 h 43' 16'' 
Tiempo en movimiento: 4 h 49' 33''
Tiempo parado: 53' 43''
Velocidad media en movimiento: 14,90 km/h
Velocidad máxima: 66 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 1351 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 1379 m.
Altitud máxima: 1340 m.
Altitud mínima: 431 m.




PERFIL ALTIMÉTRICO



PLANO DE LA ETAPA





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